Tópico, pero cierto. Los chinos son los reyes de la imitación. No hay más que pasarse por cualquier bazar para ver copias absolutamente hilarantes de productos ya existentes en el mercado (nunca olvidaré el día que vi uno con Chonel Nº5 y con Carlin Klevin). Pero si os pasáis por la ciudad de Wuxi, el nivel de tiendas falsas ya es absolutamente insuperable. Atentos.
Cualquiera diría que hay algo raro ahí, ¿eh? Eso sí, tengo la duda de si es para engañar a los propios ciudadanos de las ciudades (al fin y al cabo, ellos están acostumbrados a otro alfabeto) o saben perfectamente que esos locales son burdas copias.
Fuente: Una pausa para la publicidad