Ara que tinc vint anys
Ara que encara tinc força
Que no tinc l’ànima morta
I em sento bullir la sang
“Ara que tinc 20 anys” Joan Manuel Serrat
En 2004 María José y yo decidimos dejar nuestros trabajos en Barcelona y empezar un proyecto llamado Coto Consulting. Lo primero de lo que dispusimos fue la inestimable ayuda familiar para poder arrancar. Unos 6.000 euros, algún contacto y el alquiler de la misma oficina que hoy seguimos ocupando en el centro de València tuvieron la culpa de que pudiéramos empezar esta aventura.
20 años después es un buen momento para sintetizar algunas de las lecciones más importantes que he aprendido como emprendedor, como consultor y como empresario. La verdad es que las primeras lecciones las aprendimos rápido: no empieces un negocio sin al menos un cliente y pon el foco en vender… ¿vender? Ni yo ni Maria José éramos ni queríamos ser vendedores, pero pronto aprendí que vender es para la empresa como el corazón para un ser humano; no puede parar nunca de bombear sangre.
Saliendo de la zona de confort
Quizás nuestra inconsciencia sobre lo complicado que puede ser hacer (buena) consultoría nos hizo aceptar proyectos a los que hoy no hubiéramos dedicado ni 1 minuto. Y esa fue otra lección que aprendimos en los comienzos: Pon foco y especialízate, ¡pero al principio no rechaces ninguna oportunidad! Sal de tu zona de confort, trabaja duro y atrévete. Y para poder atreverse no hay que tener miedo y muchas veces debes tirar hacia delante sin medir las consecuencias…eso es en cierta medida ser emprendedor.
Desafiar paradigmas
No sin ciertas desavenencias y dificultades fuimos encontrando un camino, creyendo en nuestra manera de hacer las cosas y desafiando en ocasiones las reglas establecidas en el sector. En un sector muy de relaciones y contactos, de grandes firmas, postureo y nombres impronunciables, nosotros apostamos por lo digital creando el primer newsletter para el comercio urbano de la Comunitat Valenciana o una web que nos sirviera para posicionarnos y crear marca… ¿Vender consultoría por la web? “¡Estáis locos!” Nos decían…“¡Esto funciona de otra forma! ¡Aquí lo que importan son los contactos y relaciones!”. Nosotros íbamos por detrás en contactos y relaciones pero decidimos explotar lo que nos diferenciaba. Hoy tenemos una de las webs mejor posicionadas en toda España en el sector lo que nos ha permitido generar muchas oportunidades y ventas incluso con grandes marcas internacionales. Tercera lección aprendida: Desafía paradigmas, no has venido aquí a seguir la corriente.
Reinventarse o morir
Nuestro foco como consultora de marketing eran los estudios de mercado y nuestro sector, el comercio minorista (Retail), pero llegó la crisis de 2010 y tuvimos que tocar suelo, arremangarnos y tocar barro: acercarnos más al sector con servicios más accesibles. Nos reinventamos. Y fue en ese momento en el que empezamos, casi por necesidad, a hacer consultoría de Retail Marketing, a nivel del terreno, creando “paquetes” de servicios de marketing con cuotas mensuales fijas. 20 años después hemos visitado, asesorado o formado a cerca de 1.000 puntos de venta y empresas, lo que nos da una visión muy próxima de la realidad y que nos permite seguir con los pies en la tierra, sin aspavientos. No somos una consultora de corbata y despachos gigantes, sino una empresa de consultoría de proximidad. Ahí descubrí que es importante que toda empresa tenga una esencia propia. Cuarta lección aprendida: La caja (el cash-flow) es para la empresa como el aire que respira. La facturación es vanidad. Se humilde, toca tierra y busca tu esencia.
Somos la imagen que proyectamos
Hoy tenemos dos áreas diferenciadas en dos sedes: Estudios de Mercado en València y Marketing Digital en Ondara (Alicante). No hemos protagonizado ni grandes cifras de facturación, ni grandes beneficios, ni crecimientos vertiginosos dignos de premio empresarial al uso, pero hemos logrado crear una imagen sólida tanto internamente como externamente, porque al final (quinta lección aprendida), no sólo somos lo que somos, sino que sobretodo somos la imagen que proyectamos en nuestro entorno. Y la imagen es probablemente el intangible más importante de una empresa, porque es la proyección de las acciones realizadas (trayectoria) y la credibilidad y confianza generada en la sociedad. Y la imagen al final es el resultado de creer y cumplir una filosofía de trabajo, algo parecido a lo que algunos llaman Modelo.
Algo parecido a una familia
Con todo esto creo que es posible construir algo parecido a una familia, lo que llamamos Equipo. Esas personitas son la clave de que una empresa se mantenga y se consolide en el tiempo lo que me lleva a la última lección aprendida: la pequeña empresa tiene algo que no está al alcance de los grandes: la proximidad con las personas y la capacidad de convertirse en familia. Cuando eres bueno y generoso consigues gente comprometida. Porque un negocio con alma es un negocio compartido.
2024 es para Coto Consulting el año de la gratitud. Con la sensación de que es un soplo la vida toca volver….a por los siguientes 20 años.
Pedro Reig Catalá-
Director de Coto Consulting
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