Las rebajas de los grandes centros comerciales han empezado esta mañana con poca afluencia de clientes, tal vez por ser domingo o porque incluso muchos españoles solo tienen tiempo hoy para la Roja, pero con buenas expectativas de los comerciantes que prevén aumentar sus ventas a pesar de la crisis.
Las previsiones son buenas en grupos como El Corte Inglés, que ha abierto las puertas de sus centros comerciales a las nueve de la mañana, una hora antes de lo habitual, para que sus clientes tuvieran la oportunidad de acudir cuanto antes a comprar.
Pero este domingo, 1 de julio, pocos han querido madrugar para adquirir esa prenda o ese objeto del que se habían encaprichado y que ahora pueden conseguir más baratos, ya que los clientes han comenzado a llegar sobre las diez.
No obstante, a pesar de los pocos compradores que acudieron a este y otros establecimientos en el centro de Madrid a primera hora, la cadena espera aumentar sus ventas cerca de un ocho por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado.
Esa es la previsión del director del centro de Callao del grupo, Pedro Mellizo-Soto, para quien hoy es un día «muy especial» porque se espera que durante la jornada pasen por sus establecimientos más de dos millones de clientes.
Algunos lo habrán hecho ya, pero otros podrán hacerlo hasta las nueve de la noche y no hasta las diez, como es habitual, porque la compañía quiere facilitar que todo el mundo, incluso sus trabajadores, puedan ver jugar a España la final de la Eurocopa.
Hay descuentos del 10 al 70%, pero a algunos, como a una clienta, llamada Concha, les parece poco: «he visto rebajas y no, porque las marcas juveniles empiezan con un 30% y eso es poco, tenían que empezar con un 50%. Dentro de unos días a lo mejor lo hacen, pero ahora de momento me parece poco descuento. Además, con lo poco que se ha debido de vender…».
Pero a pesar de los pesares, Concha ha comprado en una hora unas camisas, un pantalón y «poco más», dice esta compradora habitual de rebajas ya que, según comenta, «es la única manera de vestirse, porque la ropa está muy cara».
«Es la única forma, por lo menos, en economías como la mía. En otra no sé», añade esta mujer, a la que se suma otra compradora que dice destinar poco dinero a las rebajas.
«Mire, llevo dos prendas», dice, porque, según ella, las cosas en el país no están para mucho gasto, tal y como dice en referencia a la crisis económica, mientras muestra un polo de marca y una camisa, ambos con una rebaja sustancial, según reflejan las etiquetas.
Mientras ellas compran, los maridos llevan las bolsas, aunque, como apunta uno de ellos, «nos vamos pronto por lo de España» y porque -se ríe- «la cosa está jodía».
Aunque no para todo el mundo, hay algunos que tienen pensado desde hace tiempo cuánto van a destinar a las rebajas, como asegura una joven que sale del establecimiento de Zara en la calle Preciados: «Tengo 200 euros para gastar, pero de momento no encuentro nada que me guste. Pienso gastarlo en zapatos y botas de primavera, que también se pueden poner en otoño».
Algo menos gastará otra mujer que paseaba por la misma calle y que ya, a las once de la mañana, llevaba varias bolsas consigo: «de momento me ha ido bien. Me he comprado un impermeable y unas zapatillas porque me voy al norte de Europa de viaje y me he ahorrado un poquillo, un 20%».
Los compradores se muestran cautos en las primeras horas de rebajas, pero posiblemente, tal y como esperan los comerciantes, la cifra de clientes vaya aumentando durante la tarde, cuando regresen de pasar el fin de semana fuera de las grandes ciudades.
Serán aquellos a los que no les gusta el fútbol, claro, porque muchos españoles lo tienen claro: «He preferido madrugar, antes de venir luego con toda la gente, y además para ver a la selección porque hoy ganamos. ¡Les vamos a meter una buena!», comenta una joven.
El Economista 01/07/2012 (ver noticia)
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