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‘Menjar Solidari’ necesita manos para recoger toda la comida que donan los mercados

por | Sep 27, 2012 | 0 Comentarios

En tiempos de crisis, se ha multiplicado el número de personas que se acercan a centros sociales a recoger comida todas las semanas. Aceite, pasta, conservas u otros elementos que pueden llevarse a casa para alimentar a sus familias. El Banc dels Aliments ofrece este servicio a través de varias entidades. Pero hay otros que no sólo lo hacen con productos envasados sino que intentan que estas familias con pocos recursos puedan cocinar carne, pescado o verduras frescas. Una de estas asociaciones es Menjar Solidari.

La entidad nació a finales de los 80 en Badalona y desde entonces recogen comida todos los sábados en diferentes mercados para trasladarlo a una congregación religiosa de Barcelona, donde se hace el reparto a las familias. Han llegado a contar con la colaboración de un centenar de voluntarios repartidos en diez mercados. Lo curioso del caso es que ahora que se ha multiplicado la demanda, sobre todo de familias de clase media que tienen cada vez con menos recursos, no disponen de manos suficientes para recoger toda la comida que los mercados les ofrecen.

La asociación Menjar Solidari cuenta ahora con una treintena de voluntarios que sólo les permite recoger comida en tres mercados, dos en Badalona –la Salut y Torner- y uno en Barcelona –Lesseps. Silvia Doutres es una de ellas, es miembro de la asociación desde hace 13 años y asegura que esta acción “cuesta muy poco esfuerzo y es muy gratificante”.

Silvia y sus compañeros se acercan a los mercados los sábados entre las dos y las tres de la tarde, cuando la mayoría de ellos se deshace de aquellos productos que ya no van a poder vender. Es en ese momento cuando los paradistas se dan cuenta del servicio social que pueden ofrecer. “Los mercados son el pilar fundamental de la asociación”, explica Silvia.

En el mercado de La Salut, por ejemplo, puede comprobarse la solidaridad de sus vendedores. El 90% de las paradas ofrecen los productos que el lunes siguiente ya no van a poder vender. “Yo lo hago por ser solidaria y porque hay cosas que se tiran a la basura sin necesidad”, explica Pilar Sánchez, que trabaja en una charcutería del mercado y colabora con Menjar Solidari desde hace cinco años. “Deberíamos ser más solidarios”, asegura Manuel Pérez, frutero que ofrece varias cajas a los jóvenes que se han acercado hasta la Salut.

Después de hacer la recogida, la comida se transporta a Barcelona donde otros voluntarios se encargan de manipularla para quedarse sólo con aquello que se pueda comer. El Centro Eucarístico de María Emilia Riquelme es el encargado de repartirlo. Pero no a todos los que se acercan. Se trata de una ayuda regulada y temporal. Les ofrecen comida durante seis meses después de comprobar que son familias que lo necesitan de verdad. “Se trata de una garantía para que nadie se acomode”, asegura Silvia Doutres.

La Vanguardia 27/07/2012 (ver noticia)

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