El ritmo acelerado de la innovación en los productos de consumo significa que ahora todo el mundo es en algún momento, si no siempre, un VIRGIN CONSUMER (CONSUMIDOR VIRGEN) poco familiarizado con muchos de los productos, servicios, aplicaciones, experiencias o marcas que encuentra en su día a día. Sin embargo, lejos de ser tímidos, los VIRGIN CONSUMERS codician, prueban y experimentan con todas estas nuevas marcas, productos, servicios y experiencias más que nunca. Siempre y cuando las marcas los hagan evidentemente simples, intuitivos, y claro, divertidos.