La crisis económica y la caída del consumo provocan situaciones insospechadas en algunas grandes superficies comerciales de Madrid. Inversores chinos están negociando la adquisición del centro comercial M-40 en Leganés donde quedan muy pocos establecimientos abiertos.

 El centro comercial Avenida M-40 está de capa caída. Lo reconocen hasta sus comerciantes que ven con pesimismo el futuro de un centro comercial que nació hace 12 años.

«Bastante mal. Las cosas están como están y quedamos cuatro comercios» reconoce la propietaria de uno de ellos».

El Avenida M-40 esta inmerso en un proceso de suspensión de pagos. Ahora inversores chinos están negociando su adquisición. Los comerciantes chinos estarían dispuestos a hacerse con estas grandes instalaciones. El objetivo: convertirlo en un gran escaparate del comercio y la cultura de su país.

La noticia coge por sorpresa y casi con indiferencia hasta a quienes mantienen su negocio allí. Lo importante, dicen, es que el centro funcione. «Si lo compran los chinos, perfecto» dice uno. «Mientras sigamos trabajando no hay problema», dice otra.

Según publica «El Mundo», las negociaciones entre la Asociación de Comerciantes Chinos de España y el Centro están muy avanzadas, aunque fuentes de la empresa, consultadas no confirman el proyecto. Entre los vecinos hay opiniones de todo tipo. «Me gustaría que funcionase eso. Lo que sea», asegura un vecino de la zona. «Se pierde calidad», previene una vecina ante los nuevos planes para el centro. «Está todo cerrado y da pena verlo», asegura otro.

El objetivo de los inversores sería crear un gran Chinatown, un hipermercado chino con venta al por mayor y también al detalle, así como albergar restaurantes y todo tipo de negocios relacionados con productos orientales.

Real Estate Press10/06/2010 (Ver noticia)